Esta es la trampa

Esta es la trampa

No hay nada gratuito en el mundo que hemos creado
y ninguno de nosotros está libre de culpa.

Procura llorar. Eso es lo mejor que puedes hacer. Si lloras, eres humano; si lloras, estás excusado.
Si no eres débil, eres un loco.
Esta es la trampa de estar viviendo.
Porque no es normal no ser como todos son, no tener los mismos miedos, no compartir las mismas preocupaciones. Si estás por encima de eso, en realidad estás loco.
Porque no importa que sepas que cada tres segundos muere un niño de hambre. Si te olvidas de felicitar un cumpleaños, no importará que cada día unas 6000 niñas africanas entre 4 y 10 años sufran mutilaciones en sus genitales. Tú eres el jodido villano.
Esta es la trampa de nuestra mente moderna.
Procura llorar al pedir perdón o nadie te perdonará.
Porque las lágrimas muestran tu naturaleza humana, tu imperfección. Haz sentir a los demás que tu imperfección es tan grande como la suya y todos seremos amigos.
El pecado de los listos es creerse más listos que los demás.
El pecado de los fuertes es creer que son fuertes. Pero eres débil, por eso te haces el fuerte. Tu problema es que no quieres aceptarlo. Cobarde.
Procura llorar.
Quién llora es intocable.
Que tus allegados sepan que lloras cada mañana y te dejarán gobernar un país.
Que tu enemigos sepan que lloras cada mañana y te dejarán gobernar el mundo.
No te rías de nuestros métodos. Todo esto lo hacemos por ti. Sabemos cómo eres. Sabemos lo que necesitas. Eres un copo de nieve único e inigualable. Pero eres nieve como nosotros aunque no quieras reconocerlo.
No hay paraíso si no aceptas cuan débil eres.
Reinserción social, libertad vigilada, integración.
No hay paraíso si no lo aceptas.
Te estás haciendo daño. Dame tu mano, déjame guiarte, despojarte de tu escudo. Déjame que te enseñe a vivir como yo vivo, como todos vivimos. Sé uno más de la sociedad. Esto no lo hago por mí, yo no soy egoísta. Tu sí.
Ya lo sabes.
Si no eres débil, eres un loco.
Todas las guerras, muertes e injusticias nos hacen sufrir. Lloramos juntos sentados en el sofá.
¿No lloras?
¡Miralos! ¡Están muriendo! Ven y llora con nosotros. ¿Es que no tienes corazón?
Si algo no te afecta directamente, las lágrimas se llevan la responsabilidad de hacer algo al respecto. La impotencia desaparece.
No te preocupes, tú no puedes hacer nada. Duerme tranquilo.
Sé que hay cosas que no te gustan, que no entiendes, que consideras injustas. Pero no vives tan mal a pesar de eso, ¿no?
Al fin y al cabo, tú no puedes hacer nada. Duerme tranquilo.
Esta es la trampa de nuestra sociedad.
¿Pues definir la tolerancia? ¿Y el pluralismo? Puedes, si puedes imaginar una habitación llena de personas de diferentes etnias, nacionalidades y religiones. Puedes, si hay en ti un hueco para los homosexuales, los transexuales y los travestidos. Puedes, si entiendes que entre gustos y estilos hay sólo colores. Pasa y entiende que todos somos personas, hombres y mujeres, niños y niñas, blancos y negros, listos y tontos. Tú confía en mí, ¿acaso no sé yo más que tú? El diablo sabe más por viejo que por diablo. No importa que no sea esto lo que veas, con esto es con lo que vivirás.  
Llora, tropieza, desespérate y pierde la esperanza de ser único. Entonces podrás pasar.
¿No lloras?
No, lo siento, aún no eres bien recibido, te crees demasiado fuerte. ¿Es que estás loco? Yo no me comportaría así. Yo no haría esto, ni eso, ni aquello. Yo habría hecho esto otro. Eso es lo normal. Es lo que hay que hacer. ¿Qué te pasa? ¿Es qué estás loco?
Esta es la trampa de nuestro tiempo.
No te olvides de llorar.
Pero sonríe.
Tus hijos nacerán y lo tendrán todo hecho. Sólo tendrán que aprender las normas, como hicimos todos. Pueden elegir, son libres, tienen un mundo de posibilidades. Podrán tener todo lo que quieran si siguen nuestro método.
Sé inteligente, sigue nuestro método.
Sigue el ejemplo de tu padre. Cree en lo que él cree. Él ya pasó por tu edad. Pronto olvidarás todas esas tonterías. No sufras demasiado por tus ideales. Son una estupidez. Dame tu mano. Yo te voy a enseñar cómo funciona este juego.
Yo no soy egoísta. Tu sí.
Yo no estoy loco. Tu sí.
 
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